Mitos y verdades alrededor de la cirugía bariátrica
Andrea Bohórquez Olaya
Periodista
Comité de Comunicaciones
Asociación de Usuarios Sanitas
Según la Organización Mundial de la Salud OMS, entre 1975 y 2016, la prevalencia mundial de la obesidad se ha casi triplicado. Para este último año, el 11% de los hombres y el 15% de las mujeres, en el mundo se encontraban en condición de obesidad.
Para el año 2004, la OMS también planteó la necesidad de desarrollar estrategias para respaldar la dieta sana, y la actividad física en el mundo, y pese a enormes esfuerzos que realizan las entidades prestadoras de servicios de salud, a través de la formulación de planes y programas para el desarrollo de hábitos de vida saludables; es claro que en muchas poblaciones persiste la inconciencia alrededor de la forma en que nos alimentamos, y cómo esto influye en nuestra salud y calidad de vida.
Actualmente, existen varias alternativas para disminución del peso y entre ellas, algunas prometen fórmulas sospechosamente milagrosas. Pero, ¿qué hacer cuando ya se ha adquirido una cantidad considerable de kilos poniendo en riesgo incluso la vida?
La cirugía bariátrica, surge como una opción para pacientes que han intentado otras alternativas para reducir el peso, sin obtener mayores resultados. Este procedimiento quirúrgico puede efectuarse a través de diferentes técnicas, y en ella se reduce sustancialmente el tamaño del estómago, para generar la sensación de saciedad en el paciente de manera prolongada y así ingerir porciones de alimento más pequeñas.
Sin embargo, contrario a lo que muchos creen la cirugía bariátrica no es una solución mágica al problema del sobrepeso. Al respecto, Mildred Pérez, una comunicadora social integrante de la Asociación de Usuarios Sanitas, relató su experiencia alrededor de la cirugía bariátrica como opción posible de la actualidad:
“Dos veces desperté a la madrugada asfixiándome, por lo cual decidí solicitar una cita por medicina general”
La primera cosa que debemos poner en situación al hablar de sobrepeso, son los riesgos adheridos para la salud y la vida. Mildred Pérez, llegó a tener serios quebrantos de salud como problemas de rodilla, hipertensión, arritmias cardiacas y apnea del sueño, que fueron descubiertos por su médico tratante, lo cual activó una señal de alerta sobre lo que estaba pasando en su cuerpo.
Ahora bien, para lograr ser candidata a la cirugía bariátrica, Mildred tuvo primero que desaprender los malos hábitos alimenticios adquiridos a lo largo de su vida y modificar por completo la forma en que se relacionaba con los alimentos. Desde masticar como un acto consciente, consumir alimentos sanos en las porciones y horarios adecuados, aprender a decir no en reuniones familiares y sociales, e ingerir agua de manera frecuente. Estos fueron algunos de los retos que Mildred tuvo que superar como paciente, para acceder a la cirugía bariátrica:
“En este proceso radica el éxito de este procedimiento: en aprender a comer. De nada servirá realizarse la cirugía bariátrica, si no se mejoran los hábitos alimenticios, porque se puede volver a adquirir el peso inicial”
Posterior a la realización de la cirugía bariátrica, el cuerpo realiza una pérdida de peso de manera más rápida y notable, lo cual motiva al paciente a continuar en el proceso.
Actualmente Mildred goza de una excelente salud y todos los quebrantos que sufría a causa de su sobrepeso, son tema del pasado. Agradece profundamente el acompañamiento brindado por profesionales de diferentes áreas de la salud como nutricionistas, deportólogos y psicólogos, pero principalmente al médico cirujano y al grupo de apoyo que realizó su cirugía, a través de la EPS Sanitas.
Finalmente, Mildred hace un llamado para que replanteemos la forma en que nos alimentemos, pues como ella lo señala “no es necesario llegar a extremos de la obesidad mórbida para cambiar nuestros hábitos de vida”.
Los invitamos a conocer los siguientes documentos sobre el tema:
https://www.who.int/topics/obesity/es/
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight